Reducir los dulces, las grasas y evitar las gaseosas son estrategias saludables para mejorar la dieta familiar.Comer saludablemente se aprende desde la infancia y en familia. La introducción de buenos hábitos alimentarios ahora evitará la posibilidad de que tu hijo tenga problemas de sobrepeso más adelante.Si alguno de los miembros de tu casa ya tiene estos problemas o simplemente quieres evitarlos en el futuro, es hora de implementar algunos cambios. Ten en cuenta que los niños no deben someterse a dietas y, si tienes un niño menor de 2 años, estas sugerencias no te servirán, ya que a esta edad requieren más grasa y calorías para el desarrollo y crecimiento del cerebro que los niños mayores y los adultos. Éstos son los pasos a seguir para mejorar la dieta alimenticia de tu familia.Leche descremadaPara los niños mayores de 2 años se recomienda el consumo de leche baja en grasa (o sin grasa), más que el de leche entera, porque ésta tiene menos grasa saturada y cerca de 60 calorías menos por vaso. Cuanto más temprano cambies la dieta de tu hijo a las versiones con menos grasas y calorías, menos probable será que él se resista a la diferencia en el sabor. Si a ti o a tu familia no les agrada el sabor, prueba una leche fortificada que contenga más calcio.La comida no es premio Es tentador decir: “te daré una galleta si te portas bien mientras mami habla por teléfono”, o “te compraré un helado si te comportas en el centro comercial”. Sin embargo, estos ‘premios’ distorsionan el mensaje de comer sólo cuando se siente hambre. Es mejor compensar el buen comportamiento con cosas diferentes a la comida, por ejemplo, con la lectura de su historia favorita.Menos grasa y dulceSin alterar el sabor de las comidas, puedes poner menos mantequilla, margarina o aceite en cualquiera de tus recetas. También puedes reducir el azúcar en todas tus preparaciones. Por ejemplo, cuando les compres nuggets, hornéalos en lugar de fritarlos. Así estarás ahorrando unas 100 calorías y muchos gramos de grasa por porción.Reduce calorías Una despensa llena de dulces y comida chatarra tienta a cualquiera. Trata de limitar la variedad de productos con alta concentración de grasa y escasas de vitaminas, como las galletas y las papas. En vez de comprar tres variedades de productos de paquete, limítate a uno de ellos. Incrementa los nutrientes con frutas, vegetales y productos lácteos bajos en grasa. Por ejemplo, a la hora de comprar yogur, escoge diferentes sabores; y si piensas en llevar manzanas, escoge rojas y verdes.No prohíbasAlgunos estudios han encontrado que los niños cuyas madres les limitaban el acceso a comida ‘chatarra’, tenían menos control sobre su consumo que aquéllos cuyas mamás no eran tan estrictas. En otras palabras: si los cohíbes, en vez de tomar un pedazo de pastel, tomarán dos o tres. Para prevenir esta clase de comportamiento (el cual los podría llevar a desórdenes alimenticios), no destierres del todo la comida ‘chatarra’ de tu casa ni sermonees al niño cada vez que tome una galleta o un dulce. Adopta un vegetal Lleva a los niños al supermercado y deja que ‘adopten’ una fruta o vegetal que no conozcan bien. Aprende acerca de sus propiedades, cualidades y modos de preparación. Mantén el entusiasmo de tu familia haciendo una encuesta semanal sobre el sabor de ese nuevo ingrediente en el plato familiar. Una vez logres que tus hijos se animen con las frutas y vegetales, querrán comerlos más.Comer en casa Diversos estudios han demostrado que los niños que comen en casa consumen muchas más frutas y vegetales y menos fritos que las familias que comen fuera con frecuencia. Si estás muy ocupada o cansada para cocinar, puedes pedirle a tu familia que colabore en la preparación de los alimentos.Evita las gaseosasDos de cada tres niños se inclinan por una gaseosa cada vez que tienen sed. Para evitar que esta clase de refrescos se conviertan en bebidas diarias, resérvalos para celebraciones especiales. Hasta las versiones dietéticas evitan que tus hijos desarrollen hábitos sanos. En cambio, ofrece a tus hijos agua, leche y jugos, con moderación.Diluye los jugosCasi todos los niños adoran los jugos de frutas, pero la mayoría de pediatras coincide en que los chicos toman demasiados. La cantidad sugerida: no más de 6 onzas diarias. Dale a tus hijos una bebida con el sabor de la fruta, pero sin todas esas calorías, diluyendo dos onzas de jugo en seis de agua simple o mineral.Harinas integrales La mayoría de niños se resiste a los granos enteros, como el pan y el arroz integral, los cuales tienen más fibra (que mantiene la barriguita llena) que su contraparte, los granos refinados. Prepara sándwiches combinando pan blanco e integral; mezcla arroz blanco con integral y haz lo mismo con los cereales de caja, adicionando avena al favorito de tu hijo.
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